Para la sociedad mundial la idea de legalizar la industria íntima es de gran actualidad, ya que en todos los países se prestan servicios sexuales de pago, aunque la prostitución sólo está permitida en una pequeña parte de ellos. Sin embargo, incluso la discusión de un tema tan candente provoca una fuerte reacción emocional y acalorados debates, porque cada ciudadano tiene su propia opinión sobre la solución del problema. La exitosa práctica de varios países avanzados demuestra el innegable beneficio de legalizar las prostitutas, mientras que la experiencia de combatir activamente el segmento sumergido de la economía en ningún país ha dado resultados tangibles.
Beneficios sociales y económicos de la legalización de las prostitutas
Según una reciente investigación realizada por https://pander.info/escorts/mazatlan en la ciudad mexicana de Mazatlán, la prostitución era uno de los segmentos más exitosos de la economía sumergida mucho antes de que fuera reconocida oficialmente por el gobierno. Atractivas bellezas latinas se reunían de forma independiente con los turistas, ofreciéndoles servicios íntimos asequibles y baratos, y el dinero que recibían las chicas iba a parar a los bolsillos de los grupos delictivos que las amparaban. Pero con el tiempo, el gobierno decidió legalizarlo, y los beneficios del trabajo sexual legal se hicieron patentes:
- Protección de las trabajadoras del sexo. La legalización del trabajo sexual no sólo permitirá a las prostitutas recibir protección física de la policía en caso de situaciones peligrosas o dudosas, sino que también estarán plenamente protegidas por un paquete completo de derechos sociales, laborales y legales. Por ejemplo, al igual que otras profesiones, las prostitutas acumularán una pensión, recibirán asistencia social y podrán demandar si se vulnera alguno de sus derechos.
- Protección del cliente. Las estadísticas del portal argentino https://ar.pander.pro/escorts/neuquen en la ciudad balneario de Neuquén muestran que con la legalización del sexo comercial ha disminuido el número de llamadas a la policía por parte de clientes engañados. Por ejemplo, al contactar con call-girls legales o contratar a una persona en un sitio web oficial especializado, se minimiza el riesgo de encontrarse con un estafador, un ladrón o un adicto a la clofelina.
- Protección de la salud. La industria ilegal del sexo es una de las principales fuentes de ETS, lo que aumenta la tasa de mortalidad entre las prostitutas de los países subdesarrollados. Al mismo tiempo, una vez legalizadas, las prostitutas tendrán que someterse a reconocimientos médicos periódicos, hacerse pruebas y asegurarse de que sus lugares de trabajo están limpios y desinfectados. Estas medidas podrían reducir la propagación de las enfermedades de transmisión sexual entre un 25% y un 30% sólo en el primer año de legalización.
- Aumento de los beneficios. En el trabajo clandestino, la mayor parte de sus ganancias se entrega a proxenetas, policías sin escrúpulos o funcionarios corruptos. Como resultado, además de los beneficios multimillonarios que pasan a las arcas del Estado, las propias prostitutas reciben sólo una pequeña parte del dinero, que apenas les alcanza para vivir. Tras la legalización, no sólo el presupuesto del Estado recibirá una enorme inyección procedente de los impuestos de las prostitutas, sino que las propias chicas podrán quedarse con el dinero que ganen, al eliminarse la corrupción y la intermediación.
De hecho, el único obstáculo a la legalización de las prostitutas es el factor religioso y moral: hay quien cree que, una vez generalizados los servicios sexuales, se destruirá la institución de la familia y se corromperá a los jóvenes, pero la experiencia de otros países demuestra que no es así en absoluto.